Se sobrentiende que en el saco de mis huesos
hay que tener en cuenta que todo es
puro pellejo.
Lo digo desnudo; parado en este espejo.
Sobre inmensos callos callados está mi cráneo móvil
con párpados que a profundos pozos van estos recuentos
o esos vapores con sabor a nada
y que son los parpadeos del espejo.
Aquí la muda abrióse sin decir es mía
y las disculpas tambalearon sobre besos.
Mis labios son muy gruesos y mi lengua impresionante.
Es capaz de lengüetear hasta los rizos de las nubes.
Cada labio apretando sus secretos,
disparando pensamientos tan de moda.
…Se me ocurre cada cosa… ¡No me jodas!
Ocurre que me asaltan pensamientos majestuosos
sin pasar por esa hueca que mucho sabe del disfraz y de las muecas.
Lo digo parado en este espejo contemplando el cráneo denso
como mármol para un cincelazo de Camille Claudel
Déjame ser un poco presuntuoso. Soy así.
Está la nasal sin armonía oliendo a contraviento
muy viril
y eso que ha conocido el bisturí.
Atrás; la nuca ciega y sin respuestas golpeando aún está la puerta.
Dicen que por allí pasó mi esposa, Laura, Lili y Rosa.
Cada oreja muerta es Cristo y padre, amortiguados.
Me vienen las difuntas con gran miedo
a pesar de que estoy asegurado.
Y mis grandes genitales como frutas
meditando el por qué de sus tristezas
cuelgan muy espesas.
Aun están adoloridas por ese viaje allá en Venecia.
¿O fue en la Persia tul de Sherezade?
Eso no se sabe.
Sin embargo han hecho comentarios muy extravagantes.
Los perdono porque han viajado poco
y no saben lo que duelen esas estaciones del ferrocarril
que pretenden ser las terminales.
Mi estómago está plano como el tambor de los comanches
O el kultrun de los mapuches
O como el bombo de los circos
Suena con quejidos y tiene mucha hambre
Desprecio el callo de los sesos.
Se hace sabio por osmosis mientras pasa el tiempo.
Para eso como grasa. Dicen que amortigua la cirrosis.
¿Y mis caninos?
Están perfectos,
formados cual cadetes
en el desfile de Contastino emperador y sus lebreles
Y todo el esqueleto me sostiene
más valiente que Flash Gordon en la arquitectura de los góticos,
que
como en las películas de John Wayne
tiene sus telarañas y pistoleros ebrios
que pertenecen a la Sagrada Orden del Fernet.
Después de eso;
no tiene idea de lo que ocurre más allá de ciertos versos
a lo Dante o Maquiavelo.
Los intestinos y aparatos son complejos
con ellos no me meto
nadie sabe lo que el destino les depara cuando estamos viejos...
... nadie sabe lo que tienen
ni lo que muere en todos esos vericuetos
ni siquiera me divierto con esos viejos muertos
que a veces pesan kilos sin saber a lo que hieden.
Por supuesto que prefiero al seso ausente,
y ríase la gente a carcajadas:
¡Mi larga cabellera perfumada!
Lo que más quiero en este mundo es lo mejor.
Se desplaza ufana entre la gente como gran cascada
Esperando la fotografía
y su excelso comentario de las llamaradas.
Cuidadoso estoy
de mis aspavientos y maneras. Soy muy fino.
Vanitas la melena desdeñada
deliberadamente vana
flameando en las esquinas por placer a lo que vuela.
…A ver si tengo suerte con mi humorada juguetona…
Parado de puntillas en el abismo de todas las baldosas
tengo un gran cuidado al ejecutar la partidura.
Se me cae la toalla.
Estoy muy peinado y en pelotas
sin que se noten esas cicatrices de lirismo,
que me arranca por de pronto,
esa peineta de amargura en la página del cuento
Si supieras lo que hago para mantener a punto este portento,
en todo su esplendor y que es mi grácil cuerpo,
..no adivinarías...
¡Y una vez más,
ya tengo olor a nuevo para el día!©