(Conjeturas entre vendajes y emociones imperfectas)

1.-
Se supone que los manicomios
están llenos de hombres aterrados.

Se supone allí, una vida silenciosa; sin mujeres,
si no fuera por los delantales que recogen urinales.

Se suponen muchos misceláneos
aunque lo importante es saber
qué pasa en esos cráneos.

Se supone que esos cráneos
forman parte de poemas inmorales.

Se supone que todos esos locos
son poetas demasiado lastimados.

Y las mujeres abandonan esos trozos, con facturas y arañazos.
Incluso escombros del sistema de vidrieras
Me refiero al financiero. Se supone.

Los manicomios están llenos de poetas inmortales
perseguidos por mujeres inmorales. Y eso es cierto.

Se suponen deprimidos, anclados al dilema
de si quieren o no quieren las mujeres.

Por manicomios pululan aterrados los maridos
y marinos con morfemas
aburridos de cazar siempre a igual ballena.

Se supone
que hay grandes posibilidades de alcanzar la felicidad por aburrido.
El aburrido está condenado a la felicidad.

No sé si soy sentimental o semental
en este manicomio matrimonio entierro y eterno teorema

para el cual escribo planos versos. Se supone.


2.-
Esta mujer que me ha tocado ya me avergüenza. No por ella. Si no por mí.
Nada saco en hacerme el loco.
Insiste y me porfía
Me persigue por la pensión alimenticia
Por eso mismo temo ciertamente
ahogarme en un río de mujeres en viudez
A las vaginas pondré mil llaves, no lo sé;
huinchas adhesivas
corchetes o morfemas.
Sigo amando los paseos con lluvia oblicua
a toda marcha
pero con mujeres cerca es peligroso.
Estoy aterrado seriamente
y descompensado en mi auditorio
Insiste en que trabaje porque quiere comprarse unos terrenos
Y cambiar el dormitorio
por una quinta de recreo.
Pero yo no quiero hacerla mía
mas bien quiero que sea de otro
así que la extorsión ya no le sirve.
Estoy igual que mi tarjeta.


Los manicomios están llenos de viudos a punto de triunfar
con ademán y despedidas.
Es inevitable el desenlace
cuando la mano alzada oscile
de uno a otro lado.
seré feliz como un profesor ante Pitágoras.
Oh, mi dios; pienso en inglés mi dominó
estoy a punto de cagarme de alegría
¿o es de tristeza?. Es metafórico este poema.


3.-
Al fin se acabaron las visitas
saturaron mis ternillas
Y yo no quiero salir a trabajar.
No quiero que regrese.
Quiero que me deje.
Que nunca más sospeche
de que estoy a punto de ser, un ser feliz.
Cada vez que escucho voces me estremezco.
Me arrancaría las orejas por no escuchar su voz.
Dicen que me pasa lo mismo que a Van Gogh.
Que desapareciera
es lo que quisiera.
Y hay otro que me dice:
“la tengo entre los párpados cerrados”.
Que se la meta por la raja sin balbuceos.
Verá que ni se le corre el maquillaje
antes de repetir el ajetreo.
Me calaré este yelmo de Mambrino
con Tizona, lápiz Bic o la Colada
explicándome a mi mismo
este luminoso e inmenso miedo.
Estoy a punto. Te lo juro.

Aunque en verdad si no me entiendes
me importa un bledo.

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