Llamarla amarla gritarla
A la llamarada está esta Sara
Ella me asiste en el sueño con delantal de lino
Susurrante frente al vacío voraz de mi vena concubina
Y tan blanca que es puro dormir
si me inyectara diamantina.
La tentación de asomarme ya me incita
Me asomo y me freno,
vacilo y me duelo
entre sueño y delirio
su aguja comprende.
De mis carnes buscando está mi vena
algún suero
Hay que inventar un beso que infecte
Una demencia en la sien que me duerma
Y ella me entregue sin tregua la dosis.
Sara promete placidez que libera.
Sara
me habla:
otra vez con murmullo
Sara del mal que hace casa.
y aplaca mi avidez aficionada.
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